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Control de la congelación de pintura al agua

Control de la congelación de pintura al agua

La pintura al agua, debido a su composición, puede verse dañada por bajas temperaturas. Es necesario tener un sistema de control que permita garantizar que está en perfectas condiciones para su uso. En el caso de que se produzca la congelación de la pintura al agua, esta puede quedar dañada de forma irreversible.

Este tipo de pintura contiene componentes que, en el caso de congelarse, pueden expandirse y separarse de la mezcla. Esto provoca que, aun volviendo a una temperatura superior y descongelándose, la mezcla no vuelva a realizarse correctamente, quedando con grumos. Además, al quedar dañada, en caso de aplicarla, puede provocar descamación del esmalte, grietas y degradados de color.

Exposición de la pintura al agua a bajas temperaturas

Los bidones de pintura se almacenan en naves o almacenes, los cuales raramente tienen un sistema de climatización. Sobre todo debido a las dimensiones de los mismos, y por tanto, al coste de calentar el almacén completo. Igualmente, en ocasiones los contenedores de pintura se almacenan en una obra o son transportados a la misma en camiones para su posterior uso en la construcción.

Cuando este almacenamiento, o el transporte de los bidones, se produce en zonas de bajas temperaturas, supone un riesgo para la conservación de esta pintura. A veces, la zona de trabajo no es tan fría, pero, sin embargo, en según qué época del año, por la noche pueden alcanzarse temperaturas de congelación. En estos casos, además, es mucho más difícil de detectar el problema, ya que al día siguiente, al subir la temperatura, no seremos conscientes del problema hasta que tengamos que emplearla.

Este tipo de pintura se usa por ejemplo para pintar los accesorios plásticos de los automóviles. En un uso de este tipo no se puede permitir el emplear pintura con defectos, ya que en poco tiempo se deteriorará, y es una aplicación en las que los requisitos de calidad exigen una duración prolongada de la pintura sin mostrar defectos.

Detección de la congelación de pintura con indicadores de temperatura

Los indicadores de descenso de temperatura Tempasure, reaccionan mediante un cambio de color irreversible a las bajadas de temperatura.

Estos dispositivos son adhesivos, por lo que pueden adherirse a los bidones de pintura durante el almacenaje o el transporte. Tan solo es necesario activarlos tirando de una pestaña y, a partir de ese momento, si la temperatura desciende por debajo del valor indicado, cambiarán de color de forma permanente. De esta manera, podremos comprobar si la pintura ha estado expuesta en algún momento a una temperatura crítica y, por tanto, ha quedado defectuosa.

A veces, al estar ubicados en un cobertizo o en una nave, los bidones de pintura, tienen cierta protección contra el descenso de temperatura. Si el dispositivo Tempasure, está adherido a los bidones, podemos comprobar con facilidad cuales se han visto afectados y cuáles no. Es habitual que la temperatura en un almacén o nave industrial no sea homogénea, debido a rendijas por las que puede entrar el aire helado o a la cercanía de motores o alguna maquinaria que emiten cierto calor, elevando la temperatura.

Estos indicadores de temperatura son fáciles de usar, no contienen baterías ni componentes electrónicos. Son una forma cómoda de garantizar que la pintura que vamos a emplear se halla en perfecto estado y no ha sufrido un proceso de congelación durante el almacenamiento o el transporte.