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Termómetros para medir la temperatura superficial en la industria

Termómetros para medir la temperatura superficial en la industria

Medir correctamente la temperatura superficial es una necesidad en la producción industrial. A continuación, se explica en qué consiste, cuáles son los termómetros que la miden y por qué las etiquetas de temperatura son de gran ayuda para obtener una lectura correcta y fiable a bajo coste.

Medición de la temperatura superficial

La  temperatura superficial hace referencia a aquella temperatura que presenta en su superficie exterior un producto, maquinaria, radiador o instalación en la industria. Por muchos motivos, esta temperatura puede diferir de la que tenga en sí la máquina o el producto internamente.

En sectores como la construcción, la energía o la industria, conocer cuál es la temperatura de superficie es una problemática habitual por diversos motivos. Desde control de calidad en producción hasta controles de mantenimiento en radiadores o maquinaria en general, es necesario realizar este tipo de mediciones.

La problemática de medir la temperatura en superficie se da, básicamente, por tener que realizar contacto con la superficie en cuestión, precisando de un termómetro o sonda que sea capaz o bien de adherirse a la misma, o bien de poder tomarla con un solo punto de contacto. En ocasiones, debido a la alta temperatura, no es posible acercarse a realizar la medición. Para este tipo de aplicación se precisa contar con los dispositivos adecuados.

Tipos de termómetro de superficie

Hay diferentes soluciones para realizar las mediciones de temperatura de superficie. Desde productos que se basan en sondas para hacer contacto a cierta distancia hasta termómetros de infrarrojos o sensores pegados a la superficie en cuestión.

Normalmente son productos con cierta sofisticación, para poder desempeñar esta tarea. Una alternativa económica y de fácil uso es servirse de etiquetas de temperatura. Estos termómetros adhesivos solo requieren ser pegados para medir la temperatura superficial.

Veamos los tipos más comunes:

Termómetro con sonda

Se compone de un lector con una pantalla y un panel de control. Al mismo se conecta una sonda fija que entra en contacto con la superficie, cuya temperatura se quiere medir. Esta última pieza también puede ser conectable para ser usada solo en momentos específicos. Las sondas son de formas distintas para que se puedan ajustar más fácilmente a cualquier superficie.

Termómetro conectado a un teléfono móvil

El producto que realiza las mediciones se sitúa en la superficie a controlar y se conecta al teléfono por Bluetooth o Wi-fi. En el teléfono se instala una aplicación que permite almacenar los datos de las distintas mediciones, hacer una comparativa y realizar una gráfica para comprobar la evolución de la temperatura entre otras alternativas.

Termómetros de infrarrojos

Permiten realizar mediciones de la temperatura superficial a cierta distancia. Mediante rayos infrarrojos, miden la radiación térmica de la superficie y con ello determinan la temperatura del objeto.

Etiquetas adhesivas de temperatura

Ofrecen la ventaja de ser una solución simple y de bajo coste. Basta con pegarlas sobre la superficie y nos indicarán la temperatura exacta de la misma mediante un cambio de color. Este tipo de sensores de temperatura pueden ser de tipo irreversible, es decir que el cambio de color es permanente, lo que es muy útil para monitorizar a qué temperaturas se ha llegado en la superficie que estamos midiendo.

Algunos ejemplos de etiquetas de temperatura para superficie:

¿Por qué las etiquetas de temperatura son tan recomendables?

Si bien la lectura de uno de los termómetros arriba mencionados es siempre exacta, en ocasiones podemos tener problemas de lectura de la temperatura debido a un contacto deficiente de la sonda o al hecho de realizar la medición desde una distancia excesiva.

Los termómetros adhesivos, al estar pegados a la superficie, realizan una lectura perfecta de la temperatura. Además, al ser de tipo irreversible, permiten dejarlos pegados durante un periodo de tiempo y chequear a posteriori las temperaturas alcanzadas en esa superficie.

En estos casos, confiar en una etiqueta de temperatura es siempre aconsejable. Solo es necesario adherir la etiqueta a la superficie correspondiente y comprobar cuál es la temperatura. Es importante mencionar que esta alternativa lee temperaturas en un amplio rango, por lo que su utilidad es indudable en cualquier tipo de fábrica, empresa constructora o similar.

Igualmente, su resistencia al agua o aceites es otra de sus características más destacadas. Además, es una opción que no necesita mantenimiento, que visualmente es atractiva y que cualquier persona puede usar fácilmente.

En empresas de pequeño tamaño que se limiten a la fabricación concreta de algún tipo de producto, es un recurso infalible que presenta un perfecto equilibrio entre precio y calidad. Así, es posible también controlar el proceso de producción, evitar accidentes y tener la certeza de una lectura exacta, de modo que pueda corregirse todo lo necesario para que el producto final sea justo el deseado.

La temperatura superficial es un factor esencial en la producción industrial, cuya lectura debe realizarse con los medios más adecuados para cada caso particular. Termómetros o etiquetas de temperatura son siempre alternativas a tener muy en cuenta para garantizar el éxito de cualquier tipo de proceso industrial.